Escamoles y tarta de arena de cementerio. Por el Chef J.R Tragonstein

Muy buenas, aquí se presenta el que suscribe, hibrido de Chicote y Barragán desde este que pretendo sea mi rincón culinario, porque hoy en día ninguna publicación, cadena, blog o servilleta de papel es seria si no dedica un espacio al exquisito pecado capital de la Gula.

Desde aquí os haré llegar las recetas por extrañas o indeseables, todas ellas reales, de la nuestra y otras culturas y que en algún lugar o foro pueden llegar a pasar por exquisitas y, dado el caso y solo si sois valientes, intentar elaborarlas y degustarlas.

Para hoy he elegido al azar dos recetas, una primera de la cultura azteca, se trata de los escamoles que no son ni mas ni menos que los huevos de las hormigas negras gigantes y venenosas que habitan en las montañas mexicanas (en España se pueden conseguir en lata), alla va:

GUISO DE ESCAMOLES

Ingredientes:

1 kilo de escamoles.

250 gramos de mantequilla.

1 cebolla mediana finamente picada.

2 dientes de ajo finamente picados.

3 chiles serranos finamente picados.

4 cucharadas de epazote picadito.

Sal al gusto.

Se lavan muy bien los escamoles, se escurren y se les quitan las hormigas que puedan haberse quedado. En la mantequilla caliente se acitronan (vulgo pochan) la cebolla, el ajo y los chiles; se añaden los escamoles, el epazote (Especie de yerbabuena mejicana que apesta y cuyas semillas son tóxicas) y la sal y se deja sazonar todo muy bien.

La segunda receta es una elaboración típica de la infame e importada de los también infames e importados lugares americanos, la fiesta de JALOGUIN aunque también la podéis hacer para el día de los santos inocentes que es más de nosotros.

TARTA DE arena de cementerio:

Ingredientes:

250 grs de galletas Oreo.

150 grs de mantequilla.

4 cucharadas de azúcar.

1 cucharada de canela.

1 puñado de gusanos de gominola.

1 puñado de “piedrecitas” de chocolate.

Primero se quita la crema blanca y se machacan bien machacadas la galletas, se derrite la mantequilla en un cacharro y se le añaden las galletas, el azúcar y la canela. Si se desea que quede más suelto se puede mezclar la masa con unas claras a punto de nieve aunque perderá una parte de su aspecto y textura gollipona, se mezcla todo muy bien y se vuelca a un molde donde ya se colocan estratégicamente los gusanos y las piedras dándole un toque “artístico”.

Se mete todo este mejunje en la nevera donde se endurecerá.

Y para acompañar un consejo del Sommelier, el Genuino y Coreano ” Vino de fetos de rata”. (La añada es indistinta, todas son excelentes)

Este exquisito trago es conocido también como “Tequila Version Japo”, y no es mas que ratones recién nacidos, los cuales son introducidos dentro del alcohol estando vivos para que luego fermenten.

Lo bueno: Según cuentan tiene propiedades medicinales, de hecho los coreanos lo ingieren como tónico sin ni siquiera arrugarse un poquito.

Bon apetit y hasta la próxima entrega.