VIAJES AL ALCANCE DE FUNCIONARIOS (por Joselita Spirbe-Fogg)

He pensado mucho en cómo enfocar una segunda entrega de LONLIPLANE, después del rotundo éxito de crítica y público que tuvo el reportaje HORTERALIA. Como comprenderéis no es fácil intentar estar a la altura de tan insigne trabajo periodístico, aunque mis sobradas facultades y mi exquisita preparación me lo permitan; hay que tener en cuenta el pequeño detalle de que yo soy la compañera de pupitre de Amy Martin, con todo el bagaje de intelectualidad que tal relación me otorga y, por cierto, ¿quién es esa Irene Zoe Alameda?.

Pues bien, volviendo al tema, que me desvío, mi gran amistad con Amy me ha permitido hacerle partícipe de mi preocupación ante el pánico del papel en blanco, y ella, con su habitual soltura (porque es muy suelta), se ofreció a ayudarme. El único problema es que soy funcionaria y los 4 euros que me cobraba por pulsación, los 6 por espacio y los 10 por cada signo de puntuación, han hecho imposible su colaboración, circunstancia que todos lamentamos profundamente.

No obstante me quedé con una idea que me expuso: "Linda, escribe sobre un viaje que esté acorde con tus posibilidades, una ruta con la que te sientas identificada en tu sentir actual, como funcionaria que eres" , así que paso a exponeros un proyecto de viaje por mi tierra, Andalucía, una ruta que creo que demuestra cómo nos sentimos la inmensa mayoría de los funcionarios de este país que, entre unos y otros, están dejando hecho un solar.

Mi viaje comienza en San Fernando, porque vivo aquí, y tengo la costumbre de salir desde mi casa, y me dispongo a comenzar mi recorrido provincia por provincia, destacando aquellos destinos rurales que más me han llamado la atención en este periplo.

I.- HUELVA: A 30 km. de la capital se encuentra el pueblo de Bonares, a orillas de río Tinto, y lo primero que deja perplejo al viajero avispado es la imágen que se puede ver desde la autopista, nada más y nada menos que un ¡¡¡NIDO DE ABEJARRUCOS!!! (perdón, de "Merops apiaster").

Es aconsejable que vuestra estancia coincida con la feria, donde se puede observar lo pintoresco de las casetas.

Real de la Feria

Vista calle representativa

II.- SEVILLA: Visitar Sevilla capital son ganas de tropezarte continuamente con innumerables grupos de japoneses, ingleses, alemanes, rusos.... y hay que ser más original. Con este espíritu me encaminé hasta Herrera. La sensación fue indescriptible, ni un solo japonés, ni un solo ...o sea NADIE. Entré por la calle principal y llegué hasta la C/ Marañón, porque me dijeron que había un bar. Entendí por qué el principal atractivo de esta localidad es que está muy bien colocada, a una hora de Sevilla, una hora de Málaga y Córdoba y a poco más de Granada, es decir, está relativamente lejos de todo pero a una hora de huir a donde sea. Juzgad vosotros mismos.

Interesante perspectiva

C/ Marañon, ¿QUÉ?

III.- CÓRDOBA: Camino de Madrid, por la carretera antigua se pasaba (ya con la autovía nueva no es así) por un enclave cercano al pueblo de La Carlota, perteneciente a su término municipal. Se trata de una población nacida de la colonización de Carlos III, o sea, un montón de casuchas para que los agricultores labraran tierras vírgenes hasta ese momento, como otras muchas, pero es que a ésta no le han hecho "NÁ" desde entonces. Es Aldea Quintana, indescriptible, sólo puedo decir que la Guardia Civil de Tráfico ha perdido unos ingresos muy jugosos con el nuevo trazado de la autovía. La razón es muy simple: cuando la carretera atravesaba este grupo de casa juntas, había que ir a 50 km por hora porque es una travesía, pero con sólo un vistazo por la ventanilla del coche cualquier persona en su sano juicio sentía un deseo irrefrenable de pisar el acelerador y salir quemando gomas, y allí estaba el coche escondido entre unos matojos y ¡ZASCA!. Un filón.

Dan ganas de mudarse ¿eh?   

  Paseo en bici por los alrededores

IV.- JAÉN: Qué decir de Villargordo, cómo explicar con simples vocablos la sensación que tuve cuando entré en este extraño paraje urbano mezcla de polígono industrial y campamento de refugiados. He visto pueblos feos en mi vida pero pocos como éste. Sólo hay que echarle un vistazo al parque infantil para comprender que los pobres niños estén lampando por conseguir que sus padres los metan en un internado aunque sea del Opus Dei.

La foto es grande porque merece la pena, ¿o no?

V.- ALMERÍA: Siguiendo mi periplo personal por esos pueblos de Dios, recalé en Partaloa, y menos mal que ya venía curada de espanto por las experiencias anteriores. Para tener una idea aproximada de este núcleo urbano, no hay más que entrar en la wikipedia y te habla de situación, distancia de la capital, habitantes, coordenadas ¡¡¡¡¡¡Y YA ESTÁ!!!!!, ni historia, ni fiestas, ni ná de ná... Nunca había visto cosa igual. Muy mal para los de la wikipedia, porque a simple vista se puede observar el cuidado exquisito de su patrimonio monumental y eso es digno de reseña. Ya hablaré yo con ellos.

Ejemplo de restauración de casa solariega

VI.- GRANADA: Sin lugar a dudas cuando pensamos en Granada, lo hacemos en La Alhambra, cerveza incluida, pero nunca en un pueblo que hasta 1943 se llamaba "ASQUEROSA". A partir de ese año se denominó Valderrubio, pero pienso que lo de antes le iba mejor, por lo menos te ríes. Como muestra sirva decir que en esta localidad vivió Federico García Lorca y le sirvió de inspiración para su obra universal "La casa de Bernarda Alba", sin comentarios. Por lo menos está muy limpio.

Vista lejana del pueblo (mejor así)

VII.- MÁLAGA: En esta provincia tuve ciertas dudas existenciales sobre dónde dirigirme. Por un lado me tentaba la Costa del Sol, con sus asombrosos destrozos inmobiliarios, pero al final decidí que era mejor seguir con el tema rural campestre y encaminé mis pasos a Carratraca, extraña localidad situada cerca de Antequera, pero no tiene nada que ver, en el sentido estructo de la expresión: "NADA QUE VER". El colmo fue cuando en un espejismo creí ver una tetería y, en realidad, era el Ayuntamiento.

Vista desde lo alto

La tetería, digo, el Ayuntamiento

VIII.- CÁDIZ: Por fin regreso a mi tierra, contenta pero con una deuda pendiente con el resto de Andalucía. No me parecía justo irme a Grazalema, a Sanlúcar, Olvera o Arcos, aunque después de lo vivido, es lo que me apetece. Pero no, hago de tripas corazón y dejo lo mejor para el final:

JÉDULA

Entre Jerez y Arcos se encuentra este enclave de características inigualables sobre todo por el aroma. Hay que tener en cuenta que está al lado de una azucarera y eso imprime carácter. Cuando entras la impresión que te da es que nació alrededor de esta industria, es decir, en mitad de ninguna parte y es allí donde sigue. El desarrollo urbanístico obedece a la regla de "como me sale de los cojones", y , evidentemente, el conjunto resultó espeluznante. Además mi visita coincidió con la hora de comer y me dije "aquí mismo me busco un sitio y ya está", sí, sí "ya está", qué fácil lo veía yo...

¡UN BOCADILLO! ¡ME TUVE QUE COMER UN PUTO BOCADILLO!!!!

Azucarera

Rotonda

Pero, en descargo de mis comentarios sobre esta localidad gaditana, también hay que decir que no hay muchos sitios que tengan dos versiones de sí mismos. Puedes elegir entre la JÉDULA SECA o la JÉDULA HÚMEDA, todo un privilegio.

Jédula seca

Jédula húmeda

Espero que este extenso reportaje os haya gustado, y, si alguna vez reúno el valor suficiente, a lo mejor hago un monográfico de la provincia de Soria.